
Por una vida en tu pupila…
He estado esperando
Que eches a andar el tiempo
Aguardando encontrarte antes,
Que las fugases alarmas
Acaben con la casualidad.
He quieto,
Esperado que los minutos y segundos
Dejen de adelantar las horas
De forma que,
Solo el azar baste…
Para que el uno decida caer
En los brazos, gusto y melodía
Del cual el actual tiempo nos impide
Tomar conciencia de las coincidencias
Distorsionadas por la velocidad,
La maldición tras la libre hermenéutica
Y
La ambición insaciable, de la subjetividad.
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